Dos estudiantes se dan cuenta que han malgastado mucho tiempo estudiando sin haber podido disfrutar de su etapa más gamberra. Es por eso que deciden, la noche previa a su graduación, hacer todo lo posible para recuperar ese tiempo perdido. 

Aunque parezca la típica comedia adolescente que se ha visto mil veces y que siempre trata los mismos temas, Booksmart es diferente. Aborda todos esos temas de una manera peculiar. A diferencia de otras películas juveniles que solo giran entorno a fiestas, alcohol y sexo y se quedan ahí, Booksmart va más allá. Pasa de puntillas y busca la intimidad de los personajes; sus sentimientos ante cada situación. Por ello, además de tratarse de una comedia, puede funcionar también como drama. Al fin y al cabo, cada día es inaudito en la vida de un adolescente.

Amy y Molly

Sin duda, la química que existe entre Amy y Molly es lo mejor de la cinta. El reparto en general es plano y  son ellas las que salvan la película con sus actuaciones.

Trata un asunto tan sencillo (y complicado) como es la amistad durante esa etapa y las dificultades que aparecen cuando se abren nuevos horizontes. 

Esa química se nota con la pintoresca primera secuencia de la film. Todos sus diálogos están llenos dobles sentidos y esas bromas hacen elevar la autoestima de ambas.

Es brillante darse cuenta que el hecho de que una de las protagonistas sea abiertamente gay, no sea el enfoque principal de la historia y que se trate su orientación sexual como algo normal en la trama. Amy lucha contra su forma de afrontar la vida, no contra su sexualidad.

Y el otro punto fuerte de la película es la dirección. Olivia Wilde debuta con muy buena nota en el papel de directora. Con la ayuda de tomas largas o primeros planos, nos sumerge en esta breve pero intensa historia que, junto a una magnífica banda sonora, reinventa la típica película de fiesta juvenil. Incluso el montaje está a la altura.

Aunque la trama haya sido muy machacada con los años, tiene diálogos acertados y divertidos. También es curioso ver como el mismo guion hace un spoiler sobre la vida misma: nunca nada será fácil ni saldrá como se espera.

En conclusión, Booksmart es una loca y encantadora aventura con un ritmo frenético que destapa a Olivia Wilde como una mujer a seguir en los próximos años. Se aleja de todos los movimientos obvios de algunas películas de este género con un toque de realismo que provoca la inmersión del espectador en el contexto.